05 DE AGOSTO DE 2018
Foto: Quick Step
Julian Alaphilippe ha extendido el excelente golpe de pedal que le dejó el Tour de Francia, donde se impuso en dos etapas y logró el maillot de la montaña, para hacerse con la victoria en la Clásica de San Sebastián: su segunda gran carrera de un día del curso tras la Flecha Valona.
El francés del Quick Step arrancó a dúo con Bauke Mollema en las rampas de Murgil Bidea, la última subida del actual recorrido de la Klasikoa, y tras coronar con 20” de margen se situaron en el Boulevard donostiarra para jugarse el triunfo entre ellos. En el sprint por la victoria no hubo lugar a la duda y la velocidad punta de Alaphilippe sentenció el triunfo a su favor; mientras que Roux, a 16”, se hizo con la tercera posición al imponerse en el sprint de un grupo en el que también entró Ion Izagirre, séptimo.
Pero, sin duda, la noticia de la jornada ha sido la dura caída masiva que se produjo en el tramo final y que afectó con importantes consecuencias a Mikel Landa y Egan Bernal. El brillante escalador del Movistar Team tuvo que ser trasladado al hospital con collarín y, allí, las pruebas médicas confirmaron una fractura en la L1 que le obligará a guardar reposo entre dos y tres semanas. Por tanto, su participación en la Vuelta queda en absoluto interrogante. Peor suerte tuvo aún el prometedor colombiano del Team Sky, que se golpeó el rostro y sufrió un traumatismo craneoencefálico que le ha costado la pérdida de varios dientes y una posible fractura máximas. Esperamos que ambos se recuperen lo antes posible y puedan volver próximamente a la competición.
CARRETERA
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