Una vez finalizado el periodo de preparación base, entramos en el periodo precompetitivo. En este artículo te desvelamos cómo afrontarlo.
Antes de hablar del periodo precompetitivo vamos a intentar primero hacer una aclaración terminológica de lo que son las fases de una temporada. Empecemos por temporada ciclista: podríamos definirla como el plan anual de entrenamiento que como objetivo tiene la consecución y establecimiento de la forma física. Como todos sabemos, si queremos optimizar nuestra condición física la temporada se tendrá que dividir en fases para que todas ellas sumadas entre sí hagan que este establecimiento de una condición física sea precedido de un periodo preparatorio. A partir de esta aclaración podríamos definir que todas las planificaciones anuales independientemente del modelo escogido deberían de tener:
- Periodo de preparación base. Es un periodo en el que asentamos las bases fisiológicas sobre las que se asienta la condición física genérica.
- Periodo precompetitivo. Sería la siguiente fase, donde se trabaja de forma específica para conseguir un estado de forma óptimo.
- Periodo competitivo. Será el periodo donde ya estemos en una buena forma física y se intentará mantener en el tiempo que duren los objetivos. A veces las temporadas son muy largas y se tienen varios objetivos, por lo que se podrán dividir en varias sub-fases o picos de forma.
En este artículo vamos a centrarnos en el periodo precompetitivo. Este debería de venir precedido de un periodo en el que se ha trabajado condición física o preparación base. Lo ideal es que de una fase a otra tengamos un microciclo o semana de regeneración para asimilar el trabajo anterior y prepararnos para el siguiente.
El periodo precompetitivo tiene que tener como premisa trabajar todas las capacidades de rendimiento que se exigen para la actividad que se desea desarrollar, competir o simplemente estar en forma.
Centrándonos en ciclismo en ruta o en ciclismo de btt podríamos decir que el rendimiento se fundamenta en las siguientes capacidades:
- Eficiencia: lo que implica poder hacer muchas horas de bici a una intensidad baja o media gastando poco.
- Umbral anaeróbico: lo más alto posible, lo que también marcaría una capacidad de rendimiento a alta intensidad.
- Consumo máximo de oxigeno o potencia aeróbica máxima: sería esa capacidad que tenemos para generar energía proveniente del metabolismo aeróbico; es una de las capacidades que más “marca las diferencias” en alto rendimiento deportivo en especialidades de fondo.
- Capacidad glucolítica o capacidad anaeróbica: sería la capacidad de generar energía por la vía glucolítica o anaeróbica; esfuerzos cortos de altísima intensidad.
- Pmax, o potencia máxima: que sería esa capacidad para esprintar o cambiar de ritmo; muy importante en momentos decisivos de la actividad competitiva.
Teniendo esto claro (para otras modalidades del ciclismo las capacidades podrían ser diferentes), ahora tocaría ordenar los sistemas de entrenamientos para poder trabajar cada una de las capacidades y mejorarlas cara a la actividad competitiva.
La forma de ordenar estas capacidades podría hacerse siguiendo varios tipos de modelos de planificación, por ejemplo:
- En una planificación tradicional, empezaríamos trabajando primero las zonas bajas-medias aeróbicas con altos volúmenes de trabajo para poco a poco ir bajando los volúmenes e ir metiendo más intensidad según nos aproximemos al periodo competitivo, llegando a simulaciones de competiciones previo a entrar en este periodo competitivo.
- En una planificación inversa, como su nombre indica, primero trabajaríamos poco volumen, pero introducimos rápidamente la intensidad, de tal forma que según nos acercamos al periodo competitivo vamos incrementando la carga sobre todo en volumen manteniendo la intensidad.
- Si utilizamos una planificación por bloques tendríamos que escoger diferentes capacidades para ir trabajándolas de forma independiente en bloques. Al terminar un bloque pasaríamos al siguiente con un tipo de trabajo diferente. Se llama en bloques o cargas concentradas porque su objetivo es someter al organismo a altas cargas de trabajo de un mismo tipo para que genere adaptaciones.
Todos estos modelos, y algún otro, son buenos y utilizados por los entrenadores en la planificación de sus deportistas. Elegir uno u otro va a depender de la experiencia, de la edad, de los “gustos” de cada uno de los ciclistas teniendo siempre en cuenta el principio de individualización de la carga, atendiendo siempre a las necesidades de cada ciclista y su experiencia.
Tendencia de las distribuciones de carga. Representada por el volumen semanal total en cada período;
BLOQUES: A = Acumulación; T= transformación; R= Realización;
INTENSIDADES ENTRENAMIENTO:
LIT=entrenamiento de baja intensidad;
ThT= entrenamiento en el umbral aeróbico;
HIT = entrenamiento intervalado de alta intensidad.
Imagen: J.J. Arroyo-Toledo, V.J. Clemente y J.M. González-Ravé
Laboratory of Sport Training, Faculty of Sport Sciences. University of Castilla-La Mancha. Toledo, Spain
Artículo publicado en el journal PubliCE del año 2014.
Todos los contenidos publicados en YOSOYCICLISTA están sujetos a derechos de autor y propiedad intelectual, de los cuales la RFEC, o sus colaboradores son los titulares. Queda prohibida la transmisión, cesión alteración, explotación, reproducción, distribución o comunicación publica sobre dichos contenidos sin la previa autorización expresa de la RFEC o de los titulares correspondientes, con la salvedad de aquellas circunstancias que vengan determinadas por exigencias legales o contractuales.
ENTRENAMIENTO
ENTRENAMIENTO
ENTRENAMIENTO
ENTRENAMIENTO
ENTRENAMIENTO
ENTRENAMIENTO
C/ Ferraz 16 - 5º Derecha
28008 | Madrid
Tel.: 915 40 08 41
info@rfec.com
press@rfec.com
L a V (8:30 h a 15:30 h)