En este artículo te contamos cómo combatir los golpes de calor y cómo saber reconocer a tiempo las señales para su prevención.
No es raro ver a atletas colapsar agotados justo después de la carrera, pero hacerlo justo antes del final de la prueba es una señal de que algo en el cuerpo ha salido realmente mal. Este fenómeno, aunque sea más típico del triatlón y de los corredores de maratón, puede afectar también a los ciclistas.
Entre los casos que más impactantes está el del maratón de Chicago de 2001, en el que un joven en su primer maratón se derrumbó de golpe de calor a los 41,8km, falleciendo poco después.
En el ciclismo, algo similar se registró en el Campeonato Mundial de Doha (Qatar), donde la holandesa Anouska Koster, del equipo Rabo Liv, sucumbió durante la prueba de contrarreloj por equipos aparentando una desorientación muy grande mientras trataba de volver a subir a su bicicleta, llegando a vomitar en la recta final.
¿Pero qué fenómeno es este y a qué se debe?
No tiene nada que ver con los niveles de glucógeno muscular u acumulación excesiva de lactato. Este fenómeno ocurre por un sobrecalentamiento, más comúnmente designado por golpe de calor.
Un golpe de calor se puede generar rápidamente y las señales de alerta temprana pueden ser muy sutiles. Sin embargo, el diagnóstico temprano y la terapia adecuada pueden salvar vidas y, por eso, el tratamiento está en la prevención y en la capacidad de estudiar previamente las características ambientales donde el ciclista competirá, como la temperatura y humedad.
Los atletas en el calor pueden sudar de 1 a 2 litros por hora, y la mayoría de los atletas beben menos de lo que sudan. El resultado es la deshidratación. Deshidratar solo el 2% del peso corporal puede afectar el rendimiento físico.
La deshidratación aumenta la frecuencia cardíaca y disminuye el gasto cardíaco. El esfuerzo percibido del trabajo aumenta a medida que la deshidratación drena la agudeza mental y la fuerza de voluntad, junto con la fuerza muscular y la resistencia. Los deportistas deshidratados también se calientan más rápido.
El golpe de calor por esfuerzo es prevenible. Este artículo cubre las causas del golpe de calor en los deportes y presenta consejos para el reconocimiento, la prevención y el tratamiento.
Saber reconocer las señales
Los signos tempranos de problemas de termorregulación incluyen náuseas, mareos, dolor de cabeza, ritmo cardíaco rápido, fatiga desproporcionada o debilidad, "piel de gallina" o escalofríos. Estos síntomas ocurren a medida que la temperatura corporal aumenta y la llegada de la señal es inminente, a menos que haya un cambio.
Cuando estas señales de alarma estén presentes, detén tu actividad de inmediato, dirígete a un ambiente fresco y toma bebidas con electrolitos.
¿Y la alimentación puede ayudar de alguna manera?
La respuesta corta es sí, pero no esperemos ningún milagro.
En los últimos años ya se vienen estudiando con algún éxito algunas estrategias alimentarias de “preenfriamiento” (Pre-cooling), siendo la más promisoria la de ingerir granizado de hielo antes de competir en calor. Según ensayos realizados, ingerir hielo en granizado o triturado parece mejorar el rendimiento en competiciones de contrarreloj en calor, con efectos similares a los de la Inmersión en agua fría.
Estos efectos ya eran conocidos en cuanto a la temperatura de las bebidas a consumir en calor, siendo que el consumo de bebidas frías durante el ejercicio prolongado en el calor mejora el rendimiento físico y el control de la temperatura corporal.
Entre otros métodos está el mentol. Su ingesta, o enjuague bucal, sobre todo cuando añadido a una bebida fría parece ayudar a disminuir la percepción de aumento de temperatura y evitar la pérdida de rendimiento.
Sin embargo, no se puede afirmar que estas estrategias aumenten el rendimiento, si no que atenúan la disminución del rendimiento causada a través de prevención del aumento de la temperatura corporal.
En resumen:
Antes de competir en ambientes muy calientes y húmedos, si no tienes posibilidad de viajar varios días antes para aclimatarte, garantiza una adecuada pre-hidratación en el día anterior y antes de la competición; garantiza que has calculado tus necesidades de hidratación por hora (mL/h) antes de competir; si posible, ingiere algún granizado de hielo (con o sin sabor) antes de competir y considera tener una pastilla de mentol para mejorar tu percepción.
Gabriel Martins
Graduado en Nutrición, especializado en ciclismo
Máster en Entrenamiento y Nutrición Deportiva
Alumno de Doctorado en Ciencias en la Salud
Autor del blog www.fuelthepedal.com
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